Es tu vida, conduce como si te la hubieras robado

 

“Esta es tu vida

Puedes ir a donde quieras

Tienes que adueñarte del volante

Y conducirla como si te la hubieras robado

Esta es tu vida

Tienes que aprender a rockearla

Tienes que pisar el acelerador

Y conducirla como si te la hubieras robado.”

Esta es una canción de la película Sing Street.

Sing Street Poster. Foto: Google

Dichas palabras son dulces y maravillosas para mí. El hecho de saber que soy el dueño de mi vida, y el único con el poder absoluto sobre ella, me hace sentir verdaderamente vivo.

Cuando era adolescente había muchas cosas que quería hacer; sin embargo, no me atrevía. A veces porque no se me permitía, y en otras ocasiones me asustaba lo que dirían de mí. Mis inhibiciones me detenían. Había muchas razones. Ya escribí para otro blog sobre el bullying del cual fui víctima, cómo me hizo sentir y el miedo que creo en mí para interactuar.

Crecí entonces sintiéndome miserable e infeliz. Aprendí a esconder mi tristeza. Todos podrían pensar que estaba bien cuando en realidad gritaba por dentro.

No obstante, una vez que aprendí poco a poco a dejar mis miedos atrás, comencé a hacer lo que quería, aunque no me he liberado por completo de mis inhibiciones. A veces aún me asusto, y canciones como esta me ayudan en el proceso, pues me impulsan a quererme a mí mismo y ser valiente.

“This is Your Life” puede no tener una prosa muy elaborada, pero sus letras sencillas tienen más poder para fortalecer el alma que muchas canciones galardonadas, pues su sinceridad luce como escrita por un adolescente hablando a otros adolescentes. Simplemente dice lo necesario, sin intención de adornar.

Aunque ya no soy un adolescente, aún soy un soñador que necesita impulsos para resolver situaciones y, pues, la verdad: nunca dejamos de ser adolescentes. Incluso, como adultos, amamos nuestros gustos más juveniles. Algunos continuamos persiguiendo las metas que nos establecimos en nuestra adolescencia y, para lograr alcanzarlas, debemos mantener ese ímpetu que teníamos en ese entonces.

Regresando a la canción, me dice que mi vida es mía, única y completamente mía, por lo tanto, sin importar la opinión de nadie, debo vivirla a mi manera.

Entonces, como dice la canción debo adueñarme del volante, tomar el control y no tener miedo, vivir al máximo, conducir como si la hubiera robado: rápido, con mucha adrenalina, como si se me fuera a arrebatar en cualquier momento.  

Connor y Raphina corren hacia la aventura. Foto: Google

Por Harold Sánchez