La era
digital ha cambiado la manera en que el niño se desenvuelve e interactúa con su medio ambiente
Se acerca mi cumpleaños. Estos días previos he
estado recordando momentos relacionados a mi niñez y, entre otras cosas: juegos,
lugares visitados, películas, canciones, en fin, todo aquello que me trae
recuerdos gratos (y otros tal vez no tanto) de lo que fueron mis años de infancia
y adolescencia.
Pero cuando pienso en cómo fue mi
niñez, y cómo es la de los niños hoy, día encuentro grandes diferencias. Por
ejemplo a mí me gustaba mucho jugar con mis amigos al escondite o al toqui toqui
paralizado*, a la pelota, entre otras cosas. Los niños que veo a diario en el
mundo del siglo XXI están abocados a una esclavitud digital, es decir,
constantemente utilizan sus teléfonos celulares, juegos de video, computadoras,
entre otros aparatos electrónicos.
Los chicos y chicas ahora prefieren chatear en sus teléfonos y estar con audífonos pegados a sus orejas escuchando lo más nuevo del mundo de la música, y muy poco saben
sobre los juegos tradicionales de su país o cualquier otra actividad que en
tiempos pasados fueron las delicias de los pequeños. Todo lo que
escucho en sus conversaciones es: “¡Dame tu pin!” o “¿Tienes WhatSapp?,
¿Descargaste la nueva aplicación que salió?” y si la respuesta es no, entonces
se escucha: “Chamo (a) estás fuera de onda”. Lo digo con toda certeza debido a
que he trabajado con adolescentes y los he visto en esto a diario.
Los niños más pequeños no escapan de esta situación tampoco, pues ya desde
los cinco añitos los puedes ver con smartphones, y
saben hasta manipularlos más que los adultos, así como son expertos respecto al mundo tecnológico.
Y si están pensando
que entonces esto no le llega a los niños pobres, pues se equivocan. Un niño
puede no tener un teléfono costoso, pero si puede estar en un cyber TODO EL DÍA
(lo digo también con certeza, pues unos familiares poseen un establecimiento de
este tipo) y, aunque no tenga dinero para pagar, igual está allí viendo a los
demás, diciéndoles las claves de las misiones en los juegos (se las saben todas
pero muy poco conocen las tablas de multiplicar) esperando que alguien le dé un
“tirito” o le regale una hora.
No podemos obviar tampoco el hecho de que en estos tiempos los niños no le
piden bicicletas o muñecas a Santa Claus, sino el teléfono más nuevo en el mercado. También solicitan tablets, ipads, ipods,
nintendos DS, entre otros dispositivos electrónicos. Marc Prensky, reconocido
escritor y orador norteamericano en materia de educación, califica a estos
niños como “digital natives” (nativos
digitales). Este término ya se encuentra incluido en el diccionario de Oxford y
se utiliza para describir a aquellas personas que nacieron o fueron criadas en
la era digital (años 1980 en adelante), los cuales utilizan los sistemas computarizados a
diario y para casi todo lo relacionado con sus vidas.
Un ejemplo de estos es el caso descrito por Topsfield( 2010), sobre una niña llamada Rhianon, quien con solo 8 años ya poseía su propio blog con varias publicaciones. El autor hace alusión a que la última publicación de la menor era un pequeño escrito sobre su cumpleaños, y que la misma ya tenía doce comentarios. El post también incluía una versión rock de "Cumpleaños Feliz". Rhianon estaba, para el momento en que Topsfield publicó su artículo, en segundo grado de primaria. Su maestra se mostraba sorprendida al ver cómo la niña descargaba la canción a su reproductor MP3, sin que nadie se lo hubiera enseñado.
Topsfield describe que al preguntársele a Rhianon cómo lo hacía, respondió como si describiera el simple proceso de preparación de una tostada: “Tenemos Itunes en nuestra computadora, coloco el nombre de la canción en la tabla de búsqueda, y luego abro mi blog y cargo la canción dentro de él”. El autor califica a Rhianon, entonces, como nativa digital.
El Instituto Nacional Estadística y Geografía. – México (2010), devela que “el uso de internet y dispositivos móviles es cada vez más común entre la población joven de México”. Las encuestas aplicadas también mostraron que los niños de entre seis y 12 años utilizan más la computadora y la Internet más que los sectores poblacionales de 35 a 44 años, 45 a 54 años y mayores de 55 años. Los autores del estudio concluyen que los “Smartphone, tabletas, reproductores de música y sistemas de videojuegos en línea han sustituido a la televisión, los patines y los juegos de mesa”.
González (2014) escribe: "Cada vez es más habitual ver a chavales con smartphones en su día a día: redes sociales, comunicación instantánea. Han convertido en la tecnología su forma de comunicarse e incluso de crear su propia identidad, bien a través de lo que comparten o incluso a través de la fotografía."
Prensky expone que “la explosión de la tecnología en los últimos años es solo el comienzo de un mundo nuevo simbiótico. Las computadoras y los teléfonos se vuelven una extensión del cuerpo y la mente, creando una población parecida a los cyborgs”.
¿Dónde quedaron los niños que jugaban a hacer tortas de barro? ¿Los que
jugaban al papa y la mama? ¿Los que
realizaban experimentos caseros o quienes pretendían que el patio de su casa
era un castillo y construían fortalezas con sillas? Al parecer, se encuentran
extintos o están próximos a extinguirse.
No piensen que estoy viejo. ¡No! Yo
pertenezco a la generación de la última década del siglo XX y mi adolescencia
la viví en la primera del siglo XXI. Estas dos décadas son las de la invasión
digital y grandes avances tecnológicos e informáticos, pero mis amigos y yo,
aunque si teníamos teléfonos celulares digitales, juegos de video,
computadoras, entre otras cosas, todavía no éramos obsesionados con esto, es
decir, tuvimos infancias y adolescencias más clásicas.
Mi punto aquí es que esta invasión tecnológica digital al parecer llegó para
cambiar el estilo de vida de la sociedad en todos sus ámbitos, incluyendo la
forma en que se vive la niñez y adolescencia. Sin ánimos de atacar los avances
tecnológicos (pienso que son maravillosos) me pregunto: ¿Cuáles son las
consecuencias de este cambio? ¿Qué puede traer al desarrollo del niño? ¿Están
los padres cometiendo un error al dejar que sus hijos se apeguen mucho a este
nuevo estilo de vida? ¿Qué diferencias traerá a la forma en la cual estos se preparan para ser adultos?
*El toqui toqui
paralizado se trata de un grupo de niños en el cual uno se queda a tocar, los
otros tienen que correr y tratar de que este no les toque, una pared puede ser
lo que les salva, si llegan a ella están sin peligro pero si el tocador les
llega a tocar pierden, el que es tocado se queda paralizado y le tocará ser el próximo tocador.
¡Cómo olvidar el toqui toqui paralizado! Buen trabajo, Harold. ¡Feliz cumpleaños!
ResponderBorrarExcelente trabajo colega. ¡Felicitaciones!
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